Ahora que llega el buen tiempo, y en muchas páginas os van a hablar de la operación biquini y de bajar de peso, nosotros vamos a aprovechar para hacer un repaso a qué comer cuando estamos de viaje, y cómo sería una buena dieta para el conductor antes de pasar varias horas al volante.
La dieta a la hora de emprender un largo viaje
La fatiga y el sueño al volante son unos de los factores más comunes de riesgo en la carretera, pero muchas veces no son lo suficientemente valorados por los conductores, que se ponen en peligro de forma inconsciente (y a su vez ponen en peligro a los demás).
La actividad de conducir implica un desgaste físico, al igual que lo hace otro trabajo cualquiera: el conductor tiene que estar atento a las circunstancias del tráfico, se genera tensión en maniobras como adelantamientos, frenadas, giros bruscos… y todo esto se va acumulando en el cuerpo. Por eso, es fundamental una buena alimentación (igual que en cualquier otro trabajo).
Nosotros somos muy conscientes de ello, y por este motivo, en nuestro restaurante de Castillo El Burgo, ofrecemos múltiples menús, con una gran variedad de platos para elegir, basados siempre en la cocina casera, los productos de calidad, y ajustados a la estación del año correspondiente.
OjO con el sueño al volante
Todos sabemos que después de una comida abundante, el cuerpo entra en un estado de modorra y si tenemos que conducir es muy probable que nos entre el sueño. Por eso es importante elegir bien el tipo de comida que vamos a tomar y la cantidad adecuada. Una gran ingesta justo antes de emprender un largo viaje puede resultar peligrosa al volante.
En este gráfico hemos resumido las principales consecuencias que tiene el sueño al volante
Alimentos no recomendables
Muchas veces al volante optamos por tomar patatas fritas, frutos secos, refrescos, bocadillos… Esto supone un grave error, ya que las grasas y azúcares son los alimentos que más inciden en la somnolencia.
También deberíamos evitar el exceso de bebidas azucaradas, y energéticas.
Nuestras recomendaciones
Realizar comidas ligeras y frecuentes a lo largo del día, siempre es mejor que pocas y abundantes. Optar por entrantes ligeros, verduras, pescados, hidratos de carbono (pastas y arroces), evitando las comidas pesadas que favorecen la fatiga. Sustituir los dulces por frutas en el postre. Ya tendremos tiempo de disfruta de un momento dulce cuando lleguemos a nuestro destino 😉
En cuanto a los líquidos es recomendable tener siempre una botella de agua fresca en nuestro vehículo para calmar la sed.
Y después de todo esto, sólo nos queda desearos buen provecho, y buen viaje 🙂