Como ya hemos comentado en anteriormente, no nos gustan nada los casos de robo de combustible a transportistas durante sus merecidas paradas para el descanso.
También estos últimos días habéis podido ver en nuestras redes sociales, que desde Castillo Grupo, manteniendo nuestro compromiso: “seguridad en tu camino, seguridad en tu destino”, hemos puesto en marcha una campaña, mediante la cual, ponemos a vuestra disposición la posibilidad de estar prevenidos ante esta situación.
Nuestra propuesta preventiva, no es otra cosa que una Alarma Antirrobo de Combustible. Como en Castillo Grupo (y los que nos conocéis lo sabéis), somos gente profesional y con sentido del humor, el nombre con el que hemos bautizado a nuestra alarma, como no podía ser otro, es “Cuidadito que pito”.
Seguramente, no es necesaria ninguna explicación más de cual es el propósito de un dispositivo con tan explícito nombre. No obstante, os hablaremos de su sencillez y eficacia para despejar cualquier duda que quedara aún.
La alarma antirrobo “Cuidadito que pito” es un dispositivo que se compone básicamente de una centralita encargada de manejar las señales que recibirá desde un sensor de doble núcleo y de alta resistencia, encargado de registrar cualquier intento de manipulación en el depósito de combustible. Las señales son enviadas por la centralita en forma de sonido a una potente bocina convenientemente integrada en el chasis del vehículo.
“Cuidadito que pito, previene y ahuyenta”
Como la mejor forma de prevenir un hecho, es evitar la situación que lo produce, incluimos en todos los packs de instalación dos pegatinas de aviso que se pueden colocar en una zona visible del vehículo con el fin de advertir y ahuyentar a aquellos transeúntes, a los que les resulte irresistible la cercanía de nuestro depósito de combustible.
“Desde el mando a distancia se puede, incluso provocar el sonido de la alarma en caso de sospecha”
La alarma “Cuidadito que pito” se controla sencillamente desde un mando a distancia, desde el que se puede, desde activar y desactivar la alarma, resetearla e incluso forzar que suene en situaciones de desconfianza en las que se tenga el vehículo al alcance de la vista.