La finalidad de purgar los radiadores, consiste en expulsar el aire que se acumula en el interior, de modo que no se entorpezca el tránsito del agua. Esta limpieza del radiador optimiza el rendimiento de la calefacción y disminuye el consumo de energía.
Lo primero que debemos tener en cuenta, es determinar si los radiadores son manuales o automáticos. Estos últimos no necesitan ser purgados, pues ellos solos lo harán.
Por el contrario si son manuales, necesitamos evidenciar si requieren un purgado a través del diagnóstico de dos acciones:
- Los radiadores realizan un ruido extraño, tipo “burbujeo”, como agua en ebullición.
- Los radiadores no calientan de forma homogénea. Habitualmente están más frías las zonas elevadas, ya que el aire tiende a subir.
Una vez determinado el problema, realizaremos el purgado con la calefacción apagada. De tal forma, la bomba de la caldera no moverá el circuito de agua ni tampoco el aire acumulado en el sistema. El aire, al pesar menos que el agua, permanece en la parte alta del radiador, lo cual agilizará el expulsado del mismo.
Si los radiadores están ubicados en una sola planta comenzaremos la purga por el más cercano a la caldera, igualmente acompañaremos el sentido natural del flujo del agua dentro del sistema calefactor. Si estos se encuentran a distintas alturas -adosados o viviendas individuales- purgaremos los que se encuentren más elevados, al ser en ellos donde se aloje el aire. Asimismo cerraremos la llave de paso de agua al radiador.
A continuación, ayudándonos de un destornillador de punta plana, giraremos la válvula de purgado, que se encuentra en la parte superior del radiador hacia la izquierda, hasta que comience a salir agua de manera constante y sin aire (recogeremos el agua con un pequeño recipiente).
Una vez completado el purgado, es imprescindible inspeccionar la presión del agua de la caldera, habitualmente debe encontrarse entre 1´5 y 2 bares.
Aunque parezca un procedimiento sencillo, debemos hacerlo con mucho tacto y precaución, para no dañar los calefactores de gasoil, ni el circuito de calefacción.
Purgar los radiadores impedirá que surjan burbujas de aire en las conducciones y cilindros, y por ende, provoquen molestos ruidos, así como un excesivo derroche de combustible. Si a todo ello, añadimos gasóleo de última generación, FÓRMULA MAX DIÉSEL C, que la distribuidora DIBAGAS le suministrará, apreciará que los rigores del frío invierno se encuentran muy alejados de su vivienda.