Uno de los elementos más destacados de una Estación de Servicio, que habitualmente pasan desapercibidos para la inmensa mayoría de quienes las visitan, son los depósitos enterrados para almacenamiento de combustible. Son una parte esencial de todo el complejo, pues en ellos se deposita la preciada mercancía, el carburante de última generación FÓRMULA MAX DIÉSEL®, que servirá para proporcionar calidad y eficiencia a los motores más exigentes.
Regulación de tanques enterrados
Castillo Grupo cumple estrictamente con las exigencias legales reglamentadas en los distintos Boletines Oficiales del Estado, que pautan dicha aplicación. Desde el Real Decreto, con fecha de publicación 16 de febrero de 1996 [nº 41], hasta el más reciente del 2 de agosto de 2017 [nº183].
En todos ellos, de manera pormenorizada se establecen las bases del soterramiento de tanques para almacenamiento de combustible. Se marcan premisas encaminadas al diseño, construcción, ovalización, anillos de refuerzo, la propia ubicación (si es terreno urbanizable o no) y una larga lista de características técnicas.
Problemas que pueden afectar a los depósitos
Los tanques de hidrocarburos enterrados, son eficaces y estables de manera global. Pero pueden surgir contrariedades, como la filtración de aguas, de carácter subterráneo o por fenómenos atmosféricos e incluso a través de la condensación. Todas estas adversidades pueden generar agua depositada en el fondo de los tanques, propiciando la contaminación microbiológica en el carburante almacenado.
Seguimiento y control para mantener la idoneidad de los depósitos
Castillo Grupo para evitar los riesgos descritos, realiza inspecciones periódicas pormenorizadas, reguladas en el B.O.E., citado anteriormente, correspondiente a 1996.
Las inspecciones practicadas se ajustan al siguiente decálogo:
- Vigilancia exhaustiva del agua decantada a través de una sonda.
- Reconocimiento del nivel de agua sedimentada mediante la utilización del producto “pasta busca aguas”, cuando la varilla supere el límite admisible de 0.5cm.
- Verificación de la cantidad de agua disuelta, con la ayuda de un medidor específico.
- Identificación de posibles bacterias, con la utilización de un kit genérico.
Limpieza de tanques
A todas estas medidas preventivas hay que sumar la limpieza de tanques que la corporación subcontrata a una empresa especializada y realiza cuando las circunstancias lo requieren. La realización del tratamiento comienza con el vaciado de los depósitos. A continuación, personal especializado se introduce en el receptáculo a través de la boca de hombre, que de forma minuciosa y concienzuda purifican e higienizan los tanques. Con este procedimiento, Castillo Grupo se asegura la eliminación completa de cualquier posible contaminación futura de sus carburantes.
Todos estos procesos descritos, se encuentran incluidos en el Sistema de Gestión Integrada de Procesos de Calidad de Castillo Grupo, que contribuyen a que el carburante más evolucionado del mercado, FÓRMULA MAX DIÉSEL® se encuentre siempre en las mejores condiciones, homogéneo e inalterable, para su distribución y posterior disfrute de los clientes, que ahorran dinero y alargan la vida de sus vehículos con la utilización prolongada de éste inigualable gasoil.