Los beneficios que puede reportar a las empresas de transporte terrestre de mercancías el hecho de optimizar al máximo sus rutas en carretera son más que interesantes. En este aspecto entran en juego la planificación y la acertada gestión de los recursos y las herramientas tecnológicas a nuestro alcance.
La importancia de una ruta optimizada
Lograr este objetivo es fundamental a todos los niveles. No solamente ahorraremos tiempo y costes, sino que también nos permitirá ofrecer a nuestros clientes un servicio de mayor calidad. Siguiendo nuestra lista de consejos, pronto empezarán a aparecer los resultados.
Gestión y planificación
Si nos dedicamos al transporte terrestre de mercancías hemos de disponer de una completa base de datos que nos simplifique la gestión de nuestra flota de vehículos y nuestro equipo de transportistas. Eso nos facilitará conocer en tiempo real su disponibilidad.
Programación
Conviene que tengamos un conocimiento exhaustivo de los trayectos, así como del estado puntual de las carreteras. De esta forma podremos anticiparnos a posibles retenciones y otros problemas. A veces conviene elegir el camino más corto y, otras, aquel que esté en mejores condiciones o más despejado.
Control de las cargas
Hay que intentar aprovechar al máximo el espacio de carga y, en la medida de lo posible, unificar las entregas que requieran realizar un mismo trayecto.
Conocimiento de los clientes y la mercancía a transportar
Debemos llevar un control exhaustivo del tipo de mercancía a transportar y sus características. También es importante conocer las particularidades de cada entrega y cada cliente.
Empleo de sistemas digitalizados
Tan importante es calcular el coste del diésel o la gasolina necesaria como disponer de sistemas digitalizados como tacógrafos inteligentes, dispositivos de domótica o aplicaciones de Internet que nos asistan en tiempo real.
En conclusión, optimizar las rutas en carretera es clave en el éxito o el fracaso de una empresa de transporte.