Evitar la agresividad al volante
Consejos para ser menos agresivo al volante
Como evitar la agresividad al volante
La conducción y el tráfico pueden producir situaciones complicadas que acaben en agresividad Ésta puede llevarnos a cometer errores importantes de conducción y reducir la seguridad. Una actitud serena y consecuente debe prevalecer.
La agresividad al volante produce estrés, decisiones impulsivas e incorrectas y falta de atención. La seguridad en la conducción se reduce y la fatiga aumenta. Se pone en riesgo la seguridad del conductor, la de los ocupantes y la del resto de usuarios de la vía. Y esto sin hablar del mal cuerpo que se le queda a uno al bajar del vehículo.
Conseguir canalizar las frustraciones que producen las eventualidades de la vida antes de conducir, así como las que se producen durante la conducción, es muy importante para mejorar la seguridad al volante.
Si se ha tenido una situación complicada o una discusión acalorada, hay que recurrir a la sensatez y pensar que conducir con agresividad es muy peligroso. Sería lo correcto tomarse un tiempo antes de conducir para relajarse y comprender que ponerse al volante requiere toda la concentración posible. Puede facilitarnos la relajación el hacer algo que nos ocupe la mente, como comprar una botella de agua, consultar el tiempo o las redes sociales desde el teléfono, o dar un pequeño paseo que nos calme. Durante el tiempo de conducción hay que intentar dejar los problemas atrás.
Evita situaciones extremas
La conducción también puede crear situaciones extremas que acaben en decisiones agresivas. Un coche que cierra el paso, uno que no se mueve inmediatamente cuando se pone en el semáforo en verde u otro que no guarda la distancia de seguridad por detrás, pueden ser suficientes para provocar agresividad en una gran parte de los conductores. En un estudio de Preventis, con una encuesta entre 1.000 conductores, se reflejó que el 40% de los conductores españoles se altera mucho con las incidencias de tráfico y sólo el 17% afirma que se mantienen inalterados.
Una actitud adecuada mejorará nuestra seguridad y reducirá la fatiga al volante.
Ten paciencia
La forma de evitar que estas situaciones te provoquen agresividad es ejercitando la paciencia y la empatía con quienes tienen errores de conducción, y por otro lado, evitando compartir el espacio con otros conductores agresivos.
En el primer caso hay que pensar que, al igual que otros coches nos entorpecen la circulación ocasionalmente, nosotros tendremos momentos en los que entorpeceremos el camino a otros sin querer. Simplemente hay que aceptar estos errores y no alterarse por ellos. Conduciendo con anticipación y mirando bien lo que está haciendo el tráfico, nos evitaremos muchos momentos complicados con otros vehículos.
Ten pensamientos positivos
En cuanto a evitar compartir el espacio con conductores agresivos, es bueno tomar una actitud paciente, dejar pasar y evitar los encontronazos. Tomar una postura de defensa excesiva y utilizar el coche para demostrar la razón o castigar las malas actitudes de otros conductores puede acabar muy mal, nunca se sabe quién conduce en el otro vehículo.
Si sufres una acción muy agresiva de otro conductor que ha supuesto un peligro manifiesto, puedes tomar la matrícula y denunciarlo, dejando a las fuerzas de seguridad que sean quienes castiguen la acción.
Fuente:
Motor Mapfre