¿Existe una edad adecuada para dejar de conducir?

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Los seres humanos, debido a las mejoras socio-sanitarias, existentes fundamentalmente en la sociedad occidental, cada vez vivimos más tiempo. Debido a ello, la  edad media de fallecimiento cada vez se eleva más. Éste aspecto, tiene una repercusión dentro del ámbito circulatorio, cada año que pasa, más conductores mayores transitan por las diferentes redes viarias, así como por los espacios urbanos.

¿Cuál es el límite de edad para conducir en España?

La actual Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, no especifica nada, sobre la posible retirada de un conductor al llegar a una edad concreta. Solamente subraya, en el Artículo 13(Normas generales de conducción), lo siguiente: “El conductor debe estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo. Al aproximarse a otros usuarios de la vía, debe adoptar las precauciones necesarias para su seguridad, especialmente cuando se trate de niños, ancianos, personas ciegas o en general personas con discapacidad o con problemas de movilidad”.

¿Hasta qué edad, se puede una persona examinar del Permiso de Conducción?

Castillo Grupo, nos clarifica que las únicas limitaciones existentes son las referidas a la edad mínima para determinados tipos de permisos de conducción, así como la edad a la que debe renovarse la documentación, para poder prolongar la facultad legal de conducir. En resumen, el “marco regulatorio” actual, no vislumbra ninguna edad máxima para impedir la consecución del carnet de conducir

-Si realizamos un breve análisis histórico, sobre el límite de edad para la consecución del  carné de conducir, nos tenemos que remontar al derogado código de la circulación, del año 1934. En su artículo 266, se mencionaba: “que sólo podían solicitar un permiso de conducción de segunda y tercera clase las personas comprendidas entre los 18 y 65 años de edad”.

Conductores más prudentes, pero con más limitaciones

Los conductores de mayor edad, suelen tener menos accidentes, pero de más gravedad. Éste, podría ser el resumen al que han llegado las investigaciones, sobre el tema, propiciadas por la DGT y la Universidad de Valencia. Los síntomas más apreciables, sobre la reducción de facultades se focalizan básicamente, en las funciones sensoriales, motoras y cognitivas, tales como:

-Entorpecimiento en la colocación del espejo retrovisor mientras se mueve la cabeza, o bien al girarse para enganchar el cinturón. Todo ello, propiciado por el incremento de tiempo a la hora de la ejecución de tareas, disminución de reflejos y la falta de flexibilidad en los músculos del cuello.

-Ante un imprevisto, un obstáculo repentino o cualquier devenir fortuito, las reacciones son más tardías y como consecuencia una frenada más pausada. Por tanto, el riesgo de sufrir un incidente, aumenta de forma notoria, debido al incremento del tiempo de reacción del conductor de mayor edad.

-Cómo es lógico suponer, durante los viajes, el cansancio y la fatiga son muy habituales, sobre todo en itinerarios dilatados.

-Desconocimiento en la manipulación de la nueva tecnología, aplicada cada vez con más frecuencia, en los dispositivos de los vehículos, debido en gran medida a la automatización a la que  están siendo sometidos.

Dudas y dilemas en, las intersecciones, incorporaciones a la circulación, rotondas, entradas o salidas de aparcamiento, carreteras sinuosas etc. A consecuencia, de la pérdida de confianza de manera progresiva y sintomáticos bloqueos mentales, ante situaciones complejas o dificultosas.

Castillo Grupo, quiere reseñar que no debemos relegar, los aspectos visuales, así como los concernientes a la percepción, que con la edad se van deteriorando y malogrando, de forma paulatina. Siendo los más innegables, los siguientes:

-No diferenciar claramente, el color de los semáforos, señales o la localización rezagada. Igualmente, sufren aprietos para conducir con poca luminosidad o de noche, así como mayor sobresalto al deslumbramiento.

-También sufren debilitamiento del discernimiento de distancias, sin tener demasiado claro la estimación de las mismas. Por ejemplo, conducir por calles estrechas o con demasiada inclinación, en el casco urbano. Fuera la ciudad, las mayores dificultades se situarían en carreteras estrechas o zonas montañosas.

Para concluir, incidiremos sobre la  fatiga visual que sufren los conductores de mayor edad, ante maniobras que demandan giros periódicos en la dirección de la mirada, así como en escenarios de rebosamiento informativo, debido a la reducción del campo de visión citado.

-Cómo ya es conocido por todos los clientes y seguidores de nuestras redes sociales, la Corporación Castillo Grupo, muestra una sensibilidad especial con las personas más desprotegidas y vulnerables, no solamente en el terreno circulatorio, sino también social, al ser ésta un Centro Especial de Empleo.

Es por ello, que solicitamos toda la ayuda posible hacia los conductores más veteranos, sin olvidarnos, que muchos de ellos pueden ser nuestros familiares o amigos cercanos y que en algún momento de la vida, todos nos encontraremos en situaciones similares.

“Hagamos de la carretera un lugar de concordia, siendo respetuosos y comprensivos con los más indefensos, sin olvidar que ellos nos abrieron el camino con anterioridad”

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