Para calcular la velocidad a la que recorremos un trecho de carretera y percatarnos si es más elevada a la autorizada para poder sancionarnos, están incrementándose los denominados radares de tramo, no sólo en vías extra urbanas, sino también en ciudades.
La tranquilidad que proporciona estar informados
Como ya conocen nuestros clientes/amigos, seguidores de las redes sociales y lectores del blog, Castillo Grupo siempre ostenta la pretensión de informar de todo aquello que pueda ser de utilidad para poder transitar con seguridad en carreteras y núcleos urbanos. En ese afán pedagógico, vamos a esclarecer cuál es el funcionamiento de un radar de tramo:
La precisión del radar de tramo
El control de velocidad de tramo, está fundamentado en cámaras de visión infrarroja que registran distintos caracteres. Se coloca una por carril. Al transitar por debajo de la primera de ellas, el dispositivo graba la matrícula y la hora de paso de todos los vehículos. Cuando nos situamos a la altura de la segunda cámara, reconoce las matrículas que pasaron por el primer punto.
Cálculo minucioso
El sistema computa el tiempo que tarda el vehículo en recorrer el trayecto asignado y deduce la velocidad media, a través de una sencilla fórmula:
Velocidad = Espacio / tiempo
Los relojes de los equipos se sincronizan a través de fibra óptica y satélite. Cuando la red delata que hemos vulnerado la velocidad permitida en el tramo, que deberá estar siempre señalizado, se remitirán las fotos de entrada y de salida al “Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas” de la DGT (León), donde se formalizará el requerimiento para que llegue al titular del vehículo.
-Vamos a realizar un ejemplo práctico, con Castillo Grupo:
Supongamos que circulamos por una autovía con límite de 100 Km/h y nos encontramos con un radar de tramo de 50 km de distancia. Aplicando la fórmula veremos que: 100 km/h = 50 km / tiempo. Por tanto: Tiempo = 50 / 100
Tiempo = 0,50 horas = 30 minutos
-Si hemos tardado menos de 30 minutos en recorrer el trayecto fijado, es que hemos circulado a más de 100 km/h y nos acarreará una multa por exceso de velocidad. Si en cambio, hemos tardado 30 minutos o más, lo hemos ejecutado de forma satisfactoria.
¿Podemos “engañar” al radar de tramo?
Como ya hemos reseñado precedentemente, el radar de tramo detecta nuestro paso por dos puntos y automatiza la velocidad media en función del tiempo destinado en atravesar ambos destinos.
No da resultado cambiarnos de carril, al encontrarse los radares interconectados, mientras las cámaras reconocen nuestra matrícula. Los radares de tramo están vinculados a un servidor, que almacena todas las imágenes del vehículo que ha cometido la infracción. Igualmente, acopia datos como: la matrícula, la hora, el minuto, el segundo e incluso la milésima de segundo en la cual hemos cometido la infracción.
Del mismo modo tampoco podemos escaparnos del radar de tramo por la noche, pues dispone de iluminación “láser-led” (invisible al ojo humano).
Tampoco pueden ser neutralizados por los sistemas antirradar (Castillo Grupo te recuerda que su práctica es severamente castigada). Por último, disponen de mecanismos de vigilancia anti-vandalismo para asegurar su correcta actividad.
Otras funciones del radar de tramo
-El disponer de la imagen, así como de un proceso informático, hace que las aplicaciones se puedan amplificar y lógicamente calcular la velocidad.
-Verifica que el vehículo tiene la ITV en regla, cruzando la matrícula con otras bases de datos, así como el seguro obligatorio.
-Comprueba si el conductor lleva colocado el cinturón de seguridad o está utilizando el teléfono móvil.
¿Existen “márgenes de error” en los radares de tramo?
El Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT, testifica que: Para el cálculo de excesos de velocidad y sanciones aplicables, se han tenido en cuenta los márgenes de error estipulados en la norma UNE 26444[1]: “(…) a las fotografías de los vehículos en cuya parte superior aparece la pantalla del cinemómetro donde se plasma la velocidad detectada, se le deben restar los márgenes del 5% o 7% reglamentarios”.
-Una vez que hemos superado, con suficiente prudencia y mesura al volante la prueba del radar de tramo, lo más aconsejable es detenernos en las Estaciones y Áreas de Servicio de Castillo Grupo, para estirar las piernas, retomar fuerzas en sus magníficas instalaciones y por supuesto repostar un carburante de última generación, que nos proporciona: ahorro, potencia, disminución de las emisiones contaminantes, mejor arranque en frío y el máximo de prestaciones al rendimiento de nuestro motor, gracias a los paquetes de aditivos multifunción integrados en su magnífica composición:
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“La conducción es un placer, no la convirtamos en un complicación”