Ya sabéis que nos preocupa especialmente el tema de la seguridad, como dice nuestro lema “Seguridad en tu camino, seguridad en tu destino”, por eso hoy queremos repasar con vosotros unos consejos para repostar combustible de forma segura.
Qué hacer y qué no en la gasolinera
Aunque repostar combustible es para muchos de nosotros una actividad cotidiana, muchas veces no prestamos a las medidas de seguridad aconsejables y previstas por la ley la atención que merecen. Por eso hemos decidido escribir este recordatorio, basándonos en las recomendaciones del Ministerio de Industria 😉
- Apagar el motor, la radio, y todas las luces. Una chispa producida por un aparto eléctrico podría ser fatal en caso de que se produjera derrame de combustible.
- Poner el freno de mano. Así evitamos cualquier desplazamiento involuntario del vehículo mientras estamos repostando.
- Ojo con el fuego. No fumar, ni encender un mechero o unas cerillas. La llama más pequeña podría causar un grave accidente en caso de entrar en contacto con el combustible.
- No entrar ni salir del vehículo. Cuando un pasajero fricciona su ropa contra el tapizado de los asientos, al entrar o salir del vehículo, se produce energía estática. Nadie debe entrar o salir del vehículo hasta que no esté colocado el tapón del depósito.
- Apagar el teléfono móvil. Ya desde el año 2003 el Reglamento General de Circulación prohíbe expresamente repostar con el móvil encendido. Por este motivo podemos ser sancionados con una multa de 90 euros. Más grave aún es hacer uso del móvil en una gasolinera. En este caso la multa es de 200 euros y puede ir acompañada por la pérdida de tres puntos en el carnet de conducir. Todo esto es debido al riesgo de ignición por posibles chispas en el móvil en funciones como activar la pantalla o iniciar una llamada. Y también por evitar los riesgos derivados de la electricidad estática. Aunque en ambos casos, las probabilidades de incendio o explosión son muy remotas, existen y no debemos ignorarlas. Incluso casi todos los manuales de uso de los teléfonos móviles advierten de ello.
- No rellenar totalmente el depósito. Si lo llenamos hasta el borde hay peligro de derrame. Además, debe quedar espacio para una eventual expansión del combustible. Se recomienda dejar al menos un 5% del volumen sin llenar.
- Comprobar que no se ha derramado combustible. En caso de que se haya derramado al repostar, hay que llamar a un empleado para que lo limpie antes de poner el vehículo en marcha. Si la gasolina se ha derramado o salpicado en el suelo, inmediatamente se generan vapores altamente inflamables, que pueden encenderse con la electricidad estática, por encendido de equipos electrónicos o por el encendido del mismo vehículo.
- El boquerel y el tapón. Comprobar que la manguera queda correctamente situada en el surtidor y que el tapón del depósito del vehículo está bien cerrado, para prevenir fugas y derrames.
Si repostáis en nuestras Estaciones de Servicio Castillo Benavente o Castillo El Burgo podréis comprobar cómo nosotros nos ocupamos de supervisar y comprobar todos estos puntos, porque vuestra seguridad es para nosotros lo primero ¡Hasta la próxima! 🙂