El gasóleo o gasoil es un combustible muy apreciado para abastecer un sistema de calefacción. Su uso es popular allí donde no llega el abastecimiento de la red de gas natural. La vida en algunos pueblos montañeses durante el invierno sería mucho más dura sin este combustible. Conozcamos sus ventajas.
Ventajas del gasóleo C para la calefacción
Las ventajas del gasóleo C para la calefacción nos permiten conocer a fondo este combustible. Las más destacas son las siguientes:
– Alto poder calorífico: al poseer una mayor concentración de parafina, el C logra conseguir unas temperaturas mayores con menos cantidad y ofrece casi un 100 % de eficiencia al quemarse.
– Menos contaminante: la densidad es la clave de esta ventaja, ya que almacena una cantidad mayor de energía que se libera al calentarse. Esto hace que se liberen menos contaminantes.
– Instalaciones asequibles: los sistemas que utilizan este combustible son más baratos y su mantenimiento es inferior. No hay normas de instalación especiales o alquileres de contadores que eleven el precio.
– Seguridad: la temperatura a la que entra en ignición debe superar los 60 ºC, lo que hace que sea muy fácil de transportar y almacenar en tanques especializados. No hay que temer que una chispa fortuita provoque una explosión.
– Facilidad de instalación: los sistemas que utilizan este gasoil son sencillos de instalar, no ocupan mucho espacio y pueden colocarse en cualquier lugar. La capacidad de sus tanques confiere una gran autonomía, lo que, además, contribuye a reducir el precio de este combustible.
En definitiva, el gasóleo C es uno de los mejores que podemos utilizar para calentar nuestro hogar. Es barato, respeta el medioambiente, roza el 100 % de eficiencia al consumirse y es muy sencillo de transportar. Así, dispondremos de un combustible a bajo coste y listo para usar en todo momento.
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