La Unión Europea se ha marcado como objetivo reducir la emisión de gases de efecto invernadero en 2030 en un 55 % respecto a los gases que se emitían en 1990. Para el año 2050 se pretende un transporte profesional que se caracterice por no emitir ningún gas de este tipo. Este sector va a ser uno de los más afectados por la transición ecológica, medida impulsada por el actual Gobierno para conseguir estos objetivos.
El desafío de cero emisiones en el transporte profesional por carretera
El sector del transporte profesional, en su conjunto, es el responsable del 27 % de la emisión de gases de efecto invernadero en España. Para la consecución de los objetivos marcados por la Unión Europea es imprescindible que tanto el transporte de mercancías, como el conjunto del sector modernicen sus flotas y las adapten a las necesidades de la Agenda 2030.
Esta modernización ecológica implica que aproximadamente un 50 % de las furgonetas que se pongan en circulación en 2030 funcionen con energía eléctrica. En el caso de los camiones, para aproximarse a los objetivos debe incrementarse el número de vehículos no contaminantes desde los 2300 actuales hasta los 80 000.
Posibles soluciones para mejorar la eficiencia
Un acondicionamiento de las infraestructuras es otro de los factores a tener en cuenta para disminuir la emisión de gases contaminantes. Según algunos cálculos, se necesitaría un mínimo de estaciones públicas en la que los vehículos eléctricos pudieran efectuar sus cargas, cifra que debe ir en aumento progresivamente. El uso de plataformas tecnológicas en el transporte profesional que muestran las rutas más cortas, y es otro instrumento que puede ayudar a mejorar la eficiencia.
En resumen, no va a ser tarea fácil adaptar los vehículos del transporte profesional en tan poco tiempo. La solución pasa por ir adoptando medidas como las descritas en el párrafo anterior mientras se van introduciendo los vehículos eléctricos.