Uno de los elementos fundamentales de un vehículo, son sus lunas de vehículos, al cumplir misiones tan destacadas como protegernos de impactos externos, resguardarnos de fenómenos atmosféricos, preservar la temperatura deseada en el habitáculo o evitar aplastamientos en caso de volteo.
En caso de rotura, los parabrisas están proyectados para ocasionar el menor daño posible a los pasajeros, según queda reflejado en el Reglamento nº 43 y directiva 92/22/CEE.
Castillo Grupo nos expone los componentes y fabricación del vidrio, a través de una breve introducción verificada:
Las lunas de los vehículos son un producto industrial, que se obtienen a partir de la fusión de diversas materias primas como sílice, óxidos de sodio, potasio, calcio y elementos metálicos. Se incorporan en proporciones minoritarias otros elementos, como óxidos para mejorar la resistencia a los agentes atmosféricos o partículas específicas para colorear el vidrio
Vidrio laminado
Se constituye mediante dos láminas de vidrio y entre ellas una lámina transparente denominada “PVB” (butiral de polivinilo). Es un polímero de gran cohesión y estabilidad, que se responsabiliza de sustentar los fragmentos del vidrio en el interior del parabrisas. Es un magnífico elemento de seguridad pasiva, puesto que al romperse no se hace añicos, sino que permanece agrietado o cuarteado, de manera que no se proyecta hacia los ocupantes. La utilización del vidrio laminado es obligatoria en el parabrisas desde 1983, año en el que entró en vigor el Reglamento 43 de la ECE.
Vidrio templado
Se usa en las ventanillas de las puertas, custodias laterales, techos y lunetas traseras. A diferencia de las laminadas, las templadas sólo están configuradas por una lámina de vidrio [con espesores de tres a cinco mm]. Su peculiaridad más distintiva está relacionada con la seguridad. En caso de rotura los fragmentos son múltiples, pequeños y redondos, de forma que no causan lesiones graves a los ocupantes del vehículo.
Con esta información, Castillo Grupo, pretende poner en valor la eficacia que tienen, no siempre apreciada, las lunas de nuestros vehículos, transcendentales para alcanzar una óptima seguridad en las redes viarias. Es importante recodar, que gracias a ellas construimos un pequeño “microcosmos” de confort, aislados de las condiciones climatológicas externas
Principales características que deben poseer las lunas
- Deben ser atérmicas, para reducir la concentración de calor.
- Anti-reflectantes, para reducir la reflexión de la luz.
- Tener buena acústica, para mermar la irrupción del ruido exterior.
- Ser hidrófobas (componentes para repeler el agua).
- Calidad del tintado, para absorber parte de la energía solar.
- Control lumínico, para permitir iluminar u oscurecer el parabrisas.
- Con calefactores térmicos, anti vaho, heladas, nieve etc.
- Dotado de sistema HUD (pantalla virtual de información en el parabrisas).
Por último, la principal cualidad que deben de poseer las lunas de nuestros vehículos es la suficiente fortaleza para aguantar el brío y la energía, que espolea a los motores propulsados por un carburante de última generación como:
FÓRMULA MAX DIESEL
“Ahorro e innovación unificados, fruto de la investigación de Castillo Grupo”
