La Comisión Europea sigue avanzando en la adopción de nuevas normativas que aceleran el despliegue del transporte inteligente (C-ITS) en las carreteras del Viejo Continente. La novedosa tecnología podría permitir hablar a los vehículos entre ellos, con la carretera y también con otras personas sobre situaciones de peligro, semáforos y obras.
Lograr que el transporte inteligente sea más competitivo y seguro
Con este impulso que realiza la Unión Europea se buscan diversos objetivos. Somos conscientes de que se pretende que el transporte por carretera sea más limpio, eficiente y seguro gracias a la nueva normativa. Afirmamos que esta legislación se encuentra en línea con las propuestas de movilidad limpia, que prevén la neutralidad climática desde mediados de este siglo. Europa desea, así, que en el año 2050 se produzcan 0 muertes en las carreteras del continente europeo.
Las nuevas especificaciones establecen requerimientos legales para la interoperabilidad entre los sistemas cooperativos empleados. Esto podría permitir a todas las estaciones (que se encuentren correctamente equipadas) intercambiar mensajes con otras terminales de forma fiable, segura y a través de una red abierta.
Ya en mayo de 2018, la Comisión Europea propuso que autobuses, vehículos privados y camiones estuvieran equipados con nuevas funcionalidades de seguridad. Hablamos, por ejemplo, de sistemas de frenado de emergencia, de la protección mejorada para peatones y ciclistas o de la asistencia inteligente.
En favor de fabricantes y trabajadores del transporte profesional
Bruselas considera que las nuevas normativas ofrecen a las compañías fabricantes de vehículos y a los gestores de la carreteras algo fundamental. Nos referimos a la seguridad jurídica esperada que necesitan para que arranque el despliegue a gran escala de los servicios cooperativos en los países europeos.
El transporte inteligente cooperativo sigue dando pasos agigantados para que sea una realidad en Europa. Con este sistema, se conseguirá potenciar la seguridad vial y llegar al objetivo de 0 muertes para el año 2050.