El consumo de la calefacción representa alrededor de un cuarenta y cinco por ciento del gasto energético que se realiza en los hogares.
Para reducir esa factura energética y conseguir un mejor rendimiento de la caldera es muy aconsejable seguir estas recomendaciones:
- Ventilación de la vivienda. El tiempo medio estimado para la ventilación de las habitaciones no debe sobrepasar los diez minutos [durante dos veces al día]. Renovar el aire y sanearlo de forma natural es beneficioso para nuestra salubridad. Pero sin perder demasiado aire calefactado.
- Regulación del termostato. La temperatura recomendada no debe superar los veintidós grados. No sólo para conservar una sensación placentera, sino para mantener la casa seca. Esto último se refiere al control de la humedad dentro de la residencia, con la finalidad de evitar la condensación y la aparición de moho. En los dormitorios la temperatura se puede rebajar unos tres grados. Cada punto adicional supone un gasto suplementario del siete por ciento.
- Proceder a un buen aislamiento. Tener la vivienda convenientemente aislada del frío es imprescindible para garantizar una climatización eficiente. Es necesario tener bien acondicionadas puertas y ventanas, de tal forma eliminaremos cualquier fuga de calor por rendijas o fisuras.
- No colocar ningún elemento-ropa generalmente- en los radiadores. Esos emisores externos, son los encargados de expulsar el aire caliente de la caldera. Al bloquearlos, la dispersión del calor no se efectuará convenientemente. Al requerir más capacidad energética, consumiremos más combustible.
- Es conveniente mantener las persianas abiertas durante el día para que entre la luz y el calor. Con la llegada de la noche bajaremos las persianas y cerraremos las cortinas. Con estos gestos el ahorro puede aumentar hasta el cuatro por ciento.
- Si tenemos habitaciones vacías o espacios que no usemos habitualmente, podemos bajar el nivel de la calefacción e incluso cerrar los radiadores.
- Utilización de calderas de condensación a gasóleo. Es una elección de calentamiento eficaz, capacitadas para ahorrar hasta un cuarenta por ciento de energía, con la ventaja de evacuar menores emisiones contaminantes que las calderas tradicionales.
- Disponer calderas de gasóleo a baja temperatura. Son muy eficientes, especialmente sensibles a la demanda de calor y a la temperatura de la calle. Se autorregulan asiduamente, consiguiendo consumos muy escasos, en comparación con las calderas convencionales.
- Por último, como ya nos hemos referido en un artículo anterior, es primordial realizar un purgado de radiadores, si detectamos que calientan de manera irregular o realizan ruidos que indiquen que contienen aire.
Conjuntamente a lo anterior, concurren dos componentes substanciales para economizar gasoil. Un buen mantenimiento de la caldera y el uso de un gasóleo de última generación FÓRMULA MAX DIÉSEL®C calefacción, exclusivo de la distribuidora de gasóleos a domicilio DIBAGAS, que le proporcionará un gran confort con el máximo ahorro.
Alcanzar un notable grado de eficacia energética en los dispositivos de calefacción, pasa en la actualidad por el uso de combustibles de calidad- FMD y la instalación de sistemas de calefacción más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Uno de los propósitos más inherentes a la filosofía interna de Castillo Grupo.
“¿Nos guardas el secreto?”