Unos consejos básicos para que el calor no se convierta en una pesadilla para elconductor en estos meses de verano:
- Evita las horas más calurosas: en la medida de lo posible, es mejor no conducir en las horas centrales del día. Hay estudios que indican que conducir un coche con más de 25º en el habitáculo provoca fatiga, estrés y sueño. La probabilidad de accidente en estas circunstancias aumentan hasta un 17%. Lo mejor es planificar el viaje para salir temprano por la mañana, con una temperatura mucho más agradable.
- Realiza paradas: por lo menos cada 200 km ó 2 horas en carretera. En verano, el calor aumenta el cansancio y la sensación de fatiga, así que lo mejor es tomarnos las cosas con calma, parar para estirar las piernas y beber algo hidratante.
- Mantén un ambiente fresco, pero sin pasarte: está bien hacer un buen uso del aire acondicionado, pero sin llegar al extremo de convertir el coche en un congelador. Ten en cuenta que quizás la temperatura que a ti te conviene no es la que hace sentir cómodos al resto de pasajeros. Es recomendable que no haya mucho contraste entre la temperatura exterior de la calle y la interior del vehículo, para evitar resfriados.
- No dejes a nadie en el interior: cuando un coche queda aparcado no debemos dejar dentro niños ni animales. Sin excepción. Ni siquiera con alguna ventanilla ligeramente bajada. El habitáculo del coche se convierte en un hervidero en el que la temperatura sube por encima de los 50º.
- Busca un buen lugar para aparcar: es mejor que pierdas 2 minutos buscando esa sombra tan ansiada.
- Refrigerante: comprueba el líquido refrigerante de tu vehículo antes de salir de viaje. Debe tener un nivel adecuado, y estar en buenas condiciones para que haga su efecto. En nuestras estaciones de servicio puedes abastecerte. Ya de paso, aprovechando que el capó está abierto, puede ser un buen momento para rellenar el depósito del líquido limpiaparabrisas.
- Ropa adecuada: ir cómodo al volante es fundamental. Pero la comodidad no debe interponerse en la seguridad. No se recomienda conducir con chanclas, porque el pie se puede resbalar y la suela quedarse enganchada por debajo de los pedales. Al volante, siempre, calzado cerrado.