La sistematización de la gestión de flotas de camiones es el verdadero impulsor de una buena gestión integral. Las razones son diversas, pero una de las más definitorias está basada en un evidente acrecentamiento en lo relativo a la estructuración laboral. Del mismo modo, podemos incluir una adecuada optimización de las rutas, así como un significativo registro, en lo concerniente a las cargas.
-Por supuesto, no podemos olvidar que una productiva “actividad integral” dedicada al transporte profesional, tiene como prioridad la disminución del presupuesto de gasóleo:
Ello se consigue, en primer lugar a través de la utilización de un carburante de última generación, como FÓRMULA MAX DIESEL, suministrado en las Estaciones y Áreas de Servicio de Castillo Grupo. Con el uso continuado, lograremos una mayor eficacia en el rendimiento de nuestros motores, aumentar la potencia, así como la capacidad de recorrer muchos más kilómetros, sin verse incrementado el coste económico en cada repostaje
Ciertamente, para perfeccionar aún más esta tarea inteligente e íntegra, es cardinal la mejora de los patrones de conducción por parte de los chóferes. Todo ello, en aras de conseguir una inmejorable rentabilidad corporativa.
- La consecución de una flota de transporte de manera fructífera
De manera genérica, la optimización de una flota de transporte terrestre, se plasma a través de un número de vehículos con la aspiración de ofrecer un servicio a un tercero o realizar una gestión, dentro de una estructura de la forma más solvente y efectiva posible. Por tanto, la empresa debe marcarse la premisa de mantener un alto nivel competitivo, una distribución inmejorable, al menor coste posible.
- Principios fundamentales para la administración adecuada, de una flota de vehículos:
-Metodología del manejo de la flota
Gran parte de la consecución del éxito, en este punto, viene determinado por las directrices que esboce la empresa. Ésta, debe trazar, desplegar y efectuar una política, en referencia a la administración de la flota, al erigir unas pautas de comportamiento, así como una programación con vistas al futuro. Estas providencias, tienen como designio implementar la “destreza colectiva” de la institución. Asimismo, tiene que amparar, hacer materializar, así como notificar esta actitud a todas las personas implicadas en dicha tarea. De forma reiterada, la carencia de liderazgo, así como una filosofía incierta e incluso poco propagada, suele ser el desencadenante de una gestión de la “flotilla vehicular”, completamente infructuosa.
-¿Cuántos vehículos son necesarios?
Hacer una correcta estimación, para concretar el número adecuado de vehículos que debe configurar la flota, es una de las deliberaciones más problemáticas de todas las decisiones que se deben adoptar. Con más vehículos de los necesarios, aumentaran exponencialmente los costes. Si por el contrario, nos quedamos cortos, el servicio que proporcionaremos será de baja calidad. Para no equivocarnos, podemos establecer unos pequeños “márgenes de espera”, desde la solicitud del trabajo hasta su consecución. De tal manera, que nuestros clientes habituales siempre se encuentren atendidos y subcontratar la flota precisa, para cubrir las demandas estacionales o esporádicas de los clientes más ocasionales.
-Obtención de los vehículos
Podemos decantarnos por dos modalidades. Bien, la compra en propiedad y la segunda opción: el renting/leasing. La elección depende básicamente de elementos económicos y de calidad. Para tomar la decisión adecuada evaluaremos los costes totales, el tiempo que van a ser utilizados, así como el tipo de modelo que precisamos y la “jerarquía comercial” de cada uno de ellos. Del mismo modo, tendremos en cuenta, las características del vehículo, si tenemos que hacer modificaciones, disponibilidad de talleres propios y el tipo de servicio que vamos a desarrollar.
-Máxima productividad de los vehículos
Sin duda, la finalidad (de cualquiera de las opciones por las que nos decantemos) será su máxima operatividad en el mejor estado de conservación posible y al coste más económico. Es determinante realizar una planificación adecuada en el mantenimiento de los vehículos, a tenor de las instrucciones del fabricante. El diagnóstico correcto de las averías será crucial para prevenirlas y reducir sus costes cuando se produzcan.
-¿Qué carburante usar, para nuestra flota de camiones?
Uno de los aspectos nucleares, para conseguir un ahorro muy valioso en la flota de transporte, viene determinado por el tipo de gasoil utilizado. Desde Castillo Grupo, aconsejamos a todas las empresas del sector la utilización de:
FÓRMULA MAX DIESEL
Uno de los mejores carburantes del mercado. Con él, conseguimos reducir el consumo, aumentar la potencia, disminuir las emisiones contaminantes, lograr un mejor arranque en frío y prolongar la vida útil de los motores, gracias a los paquetes de aditivos multifunción incluidos en su magnífica composición:
“La utopía del carburante inigualable, por fin se ha hecho realidad”