Cuando realizamos una conducción eficiente, reducimos el consumo de carburante y la emisión de partículas nocivas y gases contaminantes, además de aumentar la seguridad en el viaje y conseguir que el desgaste del vehículo sea mucho menor. Por ello, en este post ofreceremos algunos consejos para realizar esta acción de forma eficaz.
Diez métodos para una conducción eficaz
A continuación, detallamos 10 reglas fundamentales para convertirnos en conductores eficientes.
Primera marcha
Usar la primera marcha únicamente para poner el coche en movimiento y en 5 o 6 segundos cambiar a segunda.
Arrancar adecuadamente
Arrancar sin pisar el acelerador. En el caso de los vehículos diésel, es preferible esperar unos segundos antes de salir, pero en los de gasolina, nada más arrancar.
Fíjarse en las revoluciones del motor antes de cambiar de marcha
Mantener el motor revolucionado antes de cambiar de marcha para que empuje con el régimen de giro óptimo.
Jugar con las marchas
Llevar marchas largas a bajas revoluciones el máximo tiempo posible para no pisar constantemente el acelerador.
Llevar una velocidad constante
Evitar frenazos y acelerones para no desperdiciar ni energía ni combustible.
Nunca superar la velocidad máxima permitida
No pasar de 120 km/h hará que el consumo de combustible sea menor.
Aprovechar las pendientes
Rodar el vehículo sin pisar el acelerador, siempre que podamos, por ejemplo, en calles inclinadas.
Reducir marcha y no pisar el freno
Así, el freno motor reducirá la velocidad del vehículo, por ejemplo, para curvas y bajadas con fuertes pendientes.
Parar el vehículo sin reducir de marcha
Recomendamos esta acción siempre que la velocidad y el espacio nos lo permitan.
Apagar el motor siempre que podamos
El tiempo estimado es en paradas que superen los 60 segundos.
En conclusión
La conducción eficiente influye en el consumo de los automóviles y en la emisión de CO2 a la atmósfera. Esperamos que con estos consejos los lectores apuesten por ella.