Con la llegada del frío, muchos conductores ponen el termostato lo más alto permitido, con la intención de calentar lo antes posible el vehículo. Esta práctica, es totalmente desaconsejable. En este artículo te contamos cual es la temperatura adecuada para conducir, tanto para el conductor como para medio de transportarte que utilizamos.
¿Por qué es importante elegir la temperatura adecuada?
Disponer de la temperatura adecuada en el interior de nuestro coche o camión, es básico para nuestro confort en el vehículo, a la vez que importantisimo para nuestra seguridad.
Si la temperatura del habitáculo es elevada, puede producir somnolencia, incrementando el cansancio o incluso molestias en los ojos; llegando a reducir la capacidad de reacción o los reflejos. Pero no solo para las personas que viajan puede afectar, un exceso de calor en el coche.
Si nuestro vehículo dispone de climatizador, el consumo será mucho menos que si tenemos aire acondicionado, pero no deja de causar un gasto considerable a potencias altas. Del mismo modo, si hay mucho contraste entre la temperatura interior y la exterior, el riesgo de que los cristales se empañen aumenta, teniendo que activar la función especifica para poder desempañarlos de forma rápida, y generando un esfuerzo mayor al vehículo.
Por último, utilizar los sistema de climatización a temperaturas altas genera un mayor desgaste en el filtro del habitáculo, el cual se encarga de atrapar partículas de polvo. Si este filtro no funciona bien, puede desancadenar en la aparición de malos olores o incluso bacterias.
Del mismo modo, cuando conducimos, es aconsejable hacerlo con pocas prendas de abrigo. Así tendremos libertad de movimientos para mover el volante o manejar la palanca de cambios. Para ello es necesario disponer de una temperatura adecuada en el interior, por lo que pasar frío tampoco debería de ser una opción viable.
Entonces, ¿Cuál es la temperatura recomendada en el interior de tu vehículo?
La temperatura adecuada sería 21-22 grados, una temperatura equilibrada tanto en invierno como en verano. Puede que al principio, mientras el sistema de climatización sea capaz de sacar aire a la temperatura adecuada, nos cueste un poco ( en verano la mejor opción es bajar las ventanillas hasta que comience a salir aire fresco), pero de este modo no someteremos al vehículo a esfuerzos prolongados ni reduciremos la vida útil de nuestro filtros.
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